Memories from Ximena, daughter in law/memorias de Ximena, la nuera de Consuelo
Mi testimonio refleja una relación profunda y significativa con mi suegra, una mujer fuerte, generosa , solidaria, inteligente y luchadora que se convirtió en una figura materna para mi.. La conocí en el año 2000 y a pesar de que al principio ambas buscábamos la atención de Christian, su hijo, logramos establecer una relación fluida. En nuestro primer viaje a Inglaterra, el año 2007, con Christian y nuestros hijos, fue un punto de inflexión. A pesar de las diferencias y los desafíos debido a las costumbres de cada una, la intervención de Christian, encerrándonos en la biblioteca para que conversáramos, fue crucial. Ese momento de conversación, lágrimas y abrazos marcó el inicio de una relación más fuerte, basada en la comunicación, el cariño y el agradecimiento. Pasamos juntas fechas importantes, como el nacimiento de sus nietos Sebastián y Martina, nuestro matrimonio con Christian, navidades, años nuevos, fiestas patrias y algunos cumpleaños. Y disfrutamos de bellas vacaciones tanto en Chile como en Inglaterra. El tiempo no fue mucho debido a la distancia, pero fue de calidad. Esos momentos nos dejaron recuerdos, fotos y videos que hoy día podemos disfrutar. Su amor se extendió a mis hijas, María José y Javiera, tratándolas con el mismo cariño que a sus nietos directos. En los momentos difíciles de su enfermedad, estuve a su lado, brindándole apoyo, compañía y preparándole sus comidas y dulces favoritos. Nunca vi a nadie disfrutar de las comidas como ella lo hacia. Era un desafío salir con ella manejando su auto en Inglaterra porque era muy nerviosa y temerosa . Era pésima para dar las indicaciones, entre la izquierda, la derecha, a otra izquierda, el ahí, ahí siempre nos pasábamos de largo y luego decía “ por acá es mejor” Mi relación con ella fue enriquecedora, llena de conversaciones profundas, consejos y un cariño mutuo. Agradezco haber tenido la oportunidad de acompañarla en su último suspiro. La voy a extrañar siempre, pero me quedo con sus consejos, con su risa contagiosa y con tantos bellos recuerdos. Hoy tengo la certeza que esta espiritualmente con nosotros y que nos volveremos a encontrar.
My testimony reflects a deep and meaningful relationship with my mother-in-law, a strong, generous, supportive, intelligent, and resilient woman who became a maternal figure to me. I met her in the year 2000, and despite both of us seeking the attention of Christian, her son, at first, we managed to establish a smooth relationship. Our first trip to England in 2007 with Christian and our children was a turning point. Despite the differences and challenges due to our respective customs, Christian’s intervention, locking us in the library to talk, was crucial. That moment of conversation, tears, and hugs marked the beginning of a stronger relationship based on communication, affection, and gratitude. We spent important dates together, such as the birth of her grandchildren Sebastián and Martina, my marriage to Christian, Christmases, New Year’s Eves, national holidays, and some birthdays. We enjoyed beautiful vacations both in Chile and England. The time we had together wasn't much due to the distance, but it was of high quality. Those moments left us with memories, photos, and videos that we can enjoy today. Her love extended to my daughters, María José and Javiera, treating them with the same affection as her own grandchildren. In the difficult moments of her illness, I was by her side, providing support, company, and preparing her favourite meals and sweets. I have never seen anyone enjoy food as much as she did. It was challenging to go out with her driving her car in England because she was very nervous and fearful. She was terrible at giving directions; with the left, the right, another left, and “there, there,” we always missed the turns, and then she would say, “this way is better.” My relationship with her was enriching, full of deep conversations, advice, and mutual affection. I am grateful to have had the opportunity to be with her in her last moments. I will always miss her, but I will keep her advice, her contagious laughter, and so many beautiful memories. Today, I am certain that she is spiritually with us and that we will meet again.
Ximena with Consuelo & Lynda; family photo - Martina, Sophie, Consuelo, Ximena & Lynda (accompanied by Bridie and Peggy)
Consuelo playing Jenga with Ximena (and Christian)