This poem was written for Consuelo's Peruvian friend, Sofia Buchuk, whose mother and brother had just been killed by a terrible landslide which engulfed the house near Cusco in Peru.
My respect, sister (Huayopata)
Consuelo Rivera-Fuentes
In sisterhood to Sofia Buchuck
The singing noise of Illapani Falls and Yanay Mandor
compete with the singing of tankas and hummingbirds in the Amazonian morning,
quieting the roar of volcanoes, guardians of fire,
and the sizzling of igneous rocks
that warm the earth and Pachamama.
The Apus, sacred mountains, full of millenary secrets
welcome Sofia
to another day in the tranquility and inner peace of Cusco
The rain falls with a crash, but necessary,
in the community of Huayopata
and Mamá Julia, cooks chake of plantains and humitas
while singing a song in Quechua and roasting coffee...
Everything sings and smells of harmony in Sofia’s valley.
Crouching in the shadows, an illegal mining company
blows up the elements of waterfalls and rivers...
The cosmic order is disrupted by the greed of a few...
Stones yield to the violent force of water and dynamite…
they uproot the roots of ancestral trees...
Rocks, water, and mud rush
towards the sacred valley of Sofia...
With extreme fury
The Huayco drags everything in its path.
Coffee was not roasted, and corn was left unground...
Jaime’s and Mamá Julia's dreams have winged up.
They’ve flown into Yuraq Mayo, sacred river of stars,
to live eternally
In the sacred dimension
of our last journey.
The Huayco appeased its anger…
tranquility returns to the valley.
Mamá Julia and Jaime lie eternal,
while listening to Sofia's quena and guitar.
They delight in her voice and in her strength as a Cusqueña woman.
Clay vessels are filled with fresh water and flowers,
The house now exists only in Sofia’s memory and songs.
My respect, sister
Sofia and her mother/Sofia y su mama
Consuelo reading this poem, in Spanish [NB there are some slight differences in the version she read and the version reproduced below]
Este poema fue escrito para la amiga peruana de Consuelo, Sofía Buchuk, cuya madre y hermano acababan de morir a causa de un terrible desprendimiento de tierra que sepultó la casa, cerca de Cusco, Peru.
Mi Respeto, hermana (Huayopata)
Consuelo Rivera-Fuentes
Dedicado a Sofía Buchuck
El ruido cantarino de las Cataratas de Illapani y Yanay Mandor
compite con el canto de tankas y colibrís en la mañana amazónica,
acalla el ruido de los volcanes, guardianes del fuego,
y de las rocas ígneas calentando la tierra y a Pachamama.
Los Apus, montañas sagradas, con sus secretos milenarios
dan la bienvenida a Sofía y a otro día en la tranquilidad y paz interna de Cuzco
La lluvia cae estrepitosa, pero necesaria, en la comunidad de Huayopata
y mamá Julia, cocina chake de plátanos y humitas
mientras canta una canción en quechua y tuesta café...
Todo es armonía en el valle de Sofía.
Pero, agazapada en las sombras, una empresa minera ilegal
hace volar los elementos de cascadas y ríos…
El orden cósmico se trastoca por la codicia de unos pocos…
Las piedras ceden a la fuerza incontrolable del agua y la dinamita
Y arrancan de cuajo las raíces de árboles ancestrales…
Se precipitan las rocas, el agua y el barro
hacia el valle sagrado de Sofía...
Con furia extrema
El Huaico arrastra todo lo que encuentra a su paso
El café no alcanzó a ser tostado y el maíz quedó sin moler...
Los sueños de Jaime y mamá Julia se fueron
a Yuraq Mayo, río sagrado de estrellas,
A vivir eternamente
En la dimensión sagrada
A la que todos viajaremos finalmente.
Apaciguó su ira el Huaico
Vuelve la tranquilidad al valle
Mamá Julia y Jaime yacen eternos,
mientras escuchan la quena y la guitarra de Sofía,
se deleitan con su voz y su fuerza de mujer cuzqueña
Las vasijas de barro se llenan de agua fresca
y flores,
la casa ahora solo existe en la memoria
Y en el canto de Sofía
Mi respeto, hermana